¿Cómo son los franceses?

[…] He pasado cerca de dos años viviendo en el país galo como estudiante Erasmus, como monitor de campamentos y como lector de español en un par de institutos. Me gustaría compartir con vosotros las cosas que sorprenden a un español cuando llega y vive en este país. No invento nada, todo está sacado de mi experiencia personal. No se puede decir que todo es siempre así, pero sí ocurre la mayoría de las veces.

– Para empezar, la denominación de “país galo”. Cuando un francés oye que les llamamos así, se ríe o le parece extraño. Les da la impresión de que les llamamos Astérix, o algo así.

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– Los franceses son muy educados. Siempre te dicen “Buenos días”, “qué tal”, “por favor”, “gracias”, “de nada”, “que pase un buen día” y todo eso que los españoles consideramos superfluo. Yo prefiero considerarlos hipócritas. En España, con un simple movimiento de cabeza, ya es suficiente para saludar a un colega y hacerle entender que no tienes tiempo ni ganas de hablar con él.

– Un francés, si encuentra a un grupo de gente, siempre debe saludar a todos: dar la mano a los hombres y dar besos a las mujeres. En ciertas regiones se dan dos besos, en otras tres, en otras cuatro y hasta seis, en el caso de los bretones.

– Los franceses se tratan de usted si no se conocen, hasta incluso después de varios meses de amistad en un contexto profesional. Por ejemplo, en la serie de televisión “Lois y Clark” doblada al francés, estos dos personajes se siguen tratando de usted después de muchos capítulos del comienzo de la serie.

– Si estás comiendo algo (por ejemplo, un paquete de galletas) y ofreces a un francés, él siempre aceptará aunque no tenga hambre ni le guste lo que le das porque se considera de mala educación rechazar un ofrecimiento.

– Los alumnos siempre tratan de usted a los profesores y les llaman “señor” o “señora”. No les llaman nunca por su nombre propio ni dicen “profe” para llamarlos.

– En el sistema educativo francés se puntúa siempre sobre 20, por ejemplo 12/20, dicen que es más exacto que sobre 10. En la universidad francesa es muy difícil conseguir una nota superior a 16/20, a los profesores no les gusta poner ni sobresalientes ni matrículas de honor.

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– Los mismos chistes que se cuentan en España de Lepe, los franceses los cuentan de los belgas. Piensan que todos los belgas y las chicas rubias son tontos.

– Los franceses creen ser el mejor país del mundo. Mucho más después de haber ganado la Copa del Mundo de fútbol (1998) y la Eurocopa (2000) de fútbol. Curiosamente, ahora ya no les apetece nada hablar de fútbol, visto el desastre de competiciones posteriores. En el momento en el que se les dice que eres español, dicen siempre que les encantaría vivir allí, por el sol. Eso es que no conocen Galicia…

– Los franceses creen que España es el sol, la playa, los toros, la sangría, la paella, la fiesta, el flamenco y olé. Eso es que no conocen Galicia…

– Los franceses creen que las españolas están todas muy cachondas y que son fáciles. Los españoles pensamos lo mismo de las francesas, pero en este caso, es cierto.

– Las francesas creen que los españoles somos todos unos “machotes latin lovers” y perfectos amantes. No sé quién les habrá metido esa idea en la cabeza, pero se lo agradecemos porque nos ayuda bastante a la hora de ligar.

– Los franceses son bastante infieles. No les importa liarse con otra persona si ya tienen una pareja y se lían con personas que ya tienen pareja. De hecho, hay discotecas en las que los franceses van con su pareja para intercambiarla con otra pareja que esté dispuesta a ello. Al parecer, son algo más liberales.

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– A los franceses les encanta hacer huelgas. Cada dos por tres hay huelga de transportes, de sanidad, de profesores, de bomberos… Piden lo de siempre: más presupuesto, mejores condiciones y más salario.

– En los aeropuertos o estaciones de tren importantes se llega a ver a militares con metralletas que, por lo que he podido saber, nunca están cargadas.

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– El muñeco verde de la luz de peatones no parpadea antes de cambiar a rojo, con lo que si te pilla en el medio de la calle cuando lo hace, te tienes que dar una carrerita para llegar al otro lado y no te atropellen.

– Los franceses al volante suelen parar para dejarte pasar en los pasos de cebra y hacerlo no parece molestarles en absoluto, hasta te sonríen.

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– Seguro que todos recordáis lo que pasaba hace unos años; los franceses tiraban todas las cajas de fruta de los transportistas españoles. Dicen que lo hacían porque intentábamos venderles la peor fruta española. La verdadera razón es que la fruta española maduraba antes que la suya y ellos, por supuesto, querían vender la fruta francesa.

– Los franceses tienen un conocimiento básico del idioma español. La mayor parte de ellos lo han estudiado varios años en el instituto, más que nada por no escoger alemán. En cambio, los españoles, aparte de las cuatro palabras básicas y el “Bulebú cushé abemuá sesuar”, nada, ahí nos ganan.

– Ni de broma, ya que cualquier francés se atreve a hablar español. Les basta con coger cualquier palabra francesa, cambiar la vocal al final y ya está, ya se habla español. Por ejemplo, si se les pregunta cómo se dice “cabeza”, pues te responden “teta” (de “tête”).

– Escuchar a un francés hablar en inglés es de lo más divertido. Pueden soltar una frase en plan “Ai sink ssat ai av sse cag niag iag”. Por si no lo has pillado la frase era “I think that I have the car near here” (Creo que tengo el coche cerca de aquí).

– Los franceses creen que todos los apellidos que terminan en “–ez”, como González, Rodríguez o Fernández se escriben acabando en “-ès” y los escriben así: Gonzalès, Rodriguès y Fernandès.

– Los edificios administrativos (bancos, ayuntamientos) abren por la tarde y sus empleados suelen ser bastante hipócritas y xenófobos.

– Los franceses desayunan de 7 a 8, comen de 12 a 13 y cenan de 19 a 20. Lo jodido es si te levantas a las 10, desayunas y luego tienes que comer a las 12. Yo lo encuentro un poco extraño, me quedo con el horario español.

– Lógicamente, las tiendas cierran por la tarde antes de las 19, ya que tienen que irse a cenar.

– Los sábados por la noche, los bares cierran a la 1, los pubs a las 3 y las discotecas a las 5, con lo que los españoles siempre nos quedamos con ganas de marcha cuando se acaba todo.

– Las discotecas son tremendamente caras, la entrada a la más cutre te puede costar alrededor de 15 euros.

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– En muchas discotecas francesas cortan el agua de los lavabos o sale ardiendo para que no puedas beber y consumas.

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– La sección de quesos de cualquier supermercado es como tres veces más grande que en España. Los franceses se enorgullecen de decir que pueden tomar un queso diferente cada uno de los 365 días del año. En las comidas familiares, es muy corriente tomar queso antes del postre, y estos quesos suelen apestar.

– Los franceses no se saben los nombres de los pescados que comen. Simplemente le llaman “pescado” a todo, sea merluza, besugo o bacalao. Creo que el marisco no saben ni lo que es.

– Los franceses suelen comer la carne poco hecha y muchas veces hasta sangrienta.

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1. En estas afirmaciones di :

a°) me sorprende que…

b°) no creo que…

c°) tiene razón cuando dice que…

2. A través de las afirmaciones del chico ¿qué retrato se perfila sobre España? ¿y los jóvenes españoles?

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Sacado de :

http://palotic.es/ciudadanos/?p=565

termi101.blogspot.fr/2007/08/los-franceses.html